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jueves, 1 de diciembre de 2011

Broken dreams.

Aún recuerdo aquel primer contacto con tierra firme después de más de diez horas de vuelo. Recuerdo estar cansada como siete y tener las peores pintas que podía haber tenido en mi vida. Recuerdo mirarme en el espejo retrovisor del conductor para arreglarme un poco el pelo y la camisa mal abrochada. Recuerdo a esas personas que habían hecho posible que yo estuviera allí cansadas, apagadas, sin ganas de nada. Y de repente todo cambió. Un "coño, ¿eres gilipollas? Estás en California, estás en Los Ángeles, ¿cuándo vas a volver a estar aquí?" cambió mi forma de ser, de momento dibujé una de las mayores sonrisas de  mi vida en la cara, y comencé a charlar como si tuviera las pilas recargadas. Miraba por las ventanillas algo tintadas para descubrir aquel maravilloso lugar, reconocía algunos de aquellos insólitos lugares de haberlos vistos en distintas fotos gracias a internet. Todo estaba plagado de personas yendo de un lado a otro, sin mirarse si quiera, todos eran fantasmas, pero de momento llegaste tú, con tu camiseta de Los Lakers y tu gorra con la visera hacia detrás. Me miraste y me sonreíste, yo no sabía que hacer y simplemente te sonreí de vuelta, vi como te quedaste mirando el coche alejarse, y supongo que aquel fue un momento extraño para ambos, sentí como si hubiéramos conectado sin haber intercambiado ni una sola palabra entre nosotros, sentí como que te conocía de toda la vida y necesitaba darte un abrazo, y también sentí otra oportunidad marcharse.



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