Recuerdos.

Todos tenemos una serie de momentos de nuestra vida, los cuales no somos capaces de olvidar por algún extraño motivo. Están ahí para siempre y, de vez en cuando, aparecen fugazmente por nuestra mente. Recuerdo aquel día en el que aprendí a silbar, o cuando me creía superior a los demás porque la profesora de inglés en preescolar dijo que a las madre en inglés se les decía "mommy" (mami), y yo grité a pleno pulmón que llevaba toda la vida llamándola así (mami). También recuerdo aquel día en el que no quería ir al colegio por el miedo a pasar de etapa, recuerdo aquel día que vi a mi padre llorar por primera vez...

Muchos recuerdos almacenados, otros por almacenar, pero sin duda, los que se me quedarán para siempre son los que tú me has causado. 

Recuerdo aquel día en el que te vi por primera vez, aquel día en el que descubrí que te necesitaba más de lo que yo misma imaginaba, aquel día que te dije que te quería por primera vez, aquel primer beso... Pero también recuerdo aquella primera pelea, y la segunda, y la tercera... Y la última vez que te vi, cuando un ligero "por favor" salió de mis labios a modo de súplica y  tú giraste la cabeza para luego seguir tu camino mientras un mar de lágrimas inundaba mis ojos.