Sí...

Cuando pierdes a alguien, alguien a quien quieres. Cuando ellos rompen tu corazón. Es la cosa más dura por la que puedes pasar. Y no importa cuánto tiempo pase, ésto nunca llega a irse. Puedes pensar que estás yendo a mejor, pero después tienes un flashback, o escuchar una canción que te recuerda algo, y te golpea de nuevo, todo de una vez, como una puñalada en el pecho. Te caes a un lado, por centésima vez, y te sientes como si sólo quisieras arrastarte debajo de una roca y no salir nunca. Tú amas a esa persona con todo tu corazón, incluso pensando que no deberías. Ellos te hacen daño de la peor manera de la que te puedan hacer daño. Te roban tu alegría. Pero todavía los quieres, y sólo a ellos, Otras personas vendrán y te darán oportunidades para cambiar todo, porque les prometiste que nunca lo harías, e incluso si ellos han roto todas sus promesas, tú quieres mantener las tuyas. Encima de todo ésto, tu estás aterrorizada, aterrorizada de que te hagan daño otra vez. Pero ésto no importa de todas maneras, al final del día tú todavía estás pensando sobre la persona que te ha dejado completamente rota. Tú no quieres echarles en falta nunca más. Tú no quieres amarlos nunca más, pero tú sabes que siempre lo harás.