Casi toda esperanza es falsa si se para uno a pensar en ello. Significa tener fe en las cosas que saldrán bien cuando todo apunta a lo contrario. Pero ¿qué sería de nosotros sin ella? Es la brújula de la mente y la boya del corazón, aquello a lo que nos aferramos y nos mantiene a flote mientras aguardamos socorro. Sin esperanza, la vida es un sálvese quien pueda, y yo espero encontrar la manera de conseguirlo.
Todavía no he leído ni la mitad de tus escritos, pero simplemente, me encantan.
ResponderEliminarMuchas gracias por este comentario y por seguir mi blog! :)
ResponderEliminar